martes, 5 de enero de 2010

Regalo de Reyes

Cada día, la vida nos enseña algo. De hecho, no existen instantes vacíos. Absolutamente todos, están ahí...PARA algo. Me gusta replantear mi vida y mis experiencias desde el "para qué". Los "¿por qués?" hace tiempo que desaparecieron de mi diccionario. Solo sirven para estorbar, para cerrarnos a respuestas con candados del "porque si" o "porque no". Están ahí para focarlizarnos en las consecuencias, y no en la causa. Me gustan los "para qués". Son majos. Representan la antesala de grandes hallazgos en forma de respuesta. Y yo, desafío al "peligro" que conlleva una vida centrada en responder todo lo que me ocurre con "para qués". Porque todo sucede PARA ALGO. ¿Habéis hecho la prueba alguna vez?

El año no ha podido comenzar mejor. En la cabecera de las leyes de "La República Independiente de mi Vida", hay un frase grabada a fuego: "NORMA Nº1: Obtendrás los mismos resultados si sigues haciendo las mismas cosas. Si, por el contrario, cambias lo que haces, tendrás resultados diferentes". Y su inclumplimiento, trae graves consecuencias para el equilibrio de convivencia saludable...
Como os comenté, mi propósito es "Disfrutar del binomio Aquí-Ahora, siendo yo misma: Quien quiero y decido ser, conscientemente".
Por tanto, decido actuar de manera coherente y no faltar a la norma número uno: este año, si algo no me gusta, actuaré de manera diferente en todo lo que esté a mi alcance. Total, si yo misma no lo hago, nadie vendrá a hacerlo por mi. Sin embargo, es más cómodo sentarse, acojerse a la pereza. Nos pasamos mucho tiempo quejándonos de las cosas que no tenemos. Incluso si las conseguimos, no nos conformamos. Siempre queremos más. ¡Qué cansancio esto de vivir! Pero por alguna extraña razón, nos olvidamos de saborear la pequeñez de la felicidad. Dicen que es algo enorme, no lo sé. Yo solo puedo decir mi experiencia, y es que buscando en lo pequeño, hallo lo más grande que se pueda obtener.

¿Y todo esto "para qué"? :) Sencillo: Para compartir con vosotros una de las deliciosas recompensas de ser uno mismo y no esperar nada a cambio. Para reafirmar que aún quedan muchas personas y momentos por descubrir, más allá de nuestro ombligo, barrera o muro. Porque necesito creer que hay gente buena en el mundo, a pesar de las zancadillas. Y porque cuando he abierto este GRAN regalo, he rozado con la punta de los dedos ese tesoro que todo el mundo busca en lo material o grande.

...Porque la felicidad reside en esas pequeñas cosas...y si abrimos los ojos lo suficiente ,es sencillo verlo...sentirlo...y disfrutarlo.

Os dejo una receta que he recibido hoy para disfrutarla a sorbitos...¡como la vida!
¡Rico rico, y con fundamento! :D

"Cocktail de Cariño"
Ingredientes:
* Arena de tu playa favorita (especialmente dedicada y personalizada en su recipiente), para olerla cada día y transportarte a las playas con más encanto de España: A Coruña.
* Bombones de chocolate, para endulzar momentos amargos.
* Vela, para iluminar los rincones oscuros y el camino de los que más lo necesiten.
* Goma, para borrar todas las cosas malas que no haga falta conservar.

* Lápices de colores, para seguir pintando vidas ajenas.
* Tabletas de chocolate puro, para no perder la autenticidad 100%.
* Moneditas de chocolate, para demostrarme que la fortuna no se cuenta en dinero.
* Esponja pom-póm de color rosa, para la bañera, para no olvidar cuidarTE.
* Marcapáginas "de una sola oreja" (Pintado por Van Gogh xD), para no perderme cuando decida parar en algún momento del libro mi vida.
* Imán, cedido de una nevera personal, para atraer todo lo que necesites.
* Lápiz con sistema avanzado de agarre, para sentirte única cuando escribas.
* Infusiones (pa
ra revitalizar cuerpo y mente) + Incienso (para estimular los sentidos) + CD de música con un mensaje especial = Mi trinomio perfecto.
* Pergamino original autografiado (con un mensaje alentador para recordarlo cada día al abrir los ojos).
* Y estos ingredientes en una tarjeta con un objetivo encubierto: "encuentra tu camino".

Modo de empleo:
... Echar todo en una olla y cocer a fuego lento...


Cuanto más me empeño en buscar la gran felicidad, más juega conmigo al escondite. Y durante ese tiempo, de repente caigo en la cuenta de que no hay mayor regalo que el instante que estamos viviendo. Porque lo contamos. Porque estamos vivos.
¡Ea...a hacer gala de ello! ¡Que no se diga!

Que los Reyes Magos os traigan todo lo que NECESITÉIS ;)