viernes, 26 de febrero de 2010

En la República Independiente de mi Vida...

Norma nº 1:
En la RIDMV queda terminantemente prohibido:

avanzar sin aprender,
no disfrutar de los silencios compartidos,
desperdiciar los pequeños momentos del día,
no mirar a los ojos,
distraerse cuando los demás necesitan apoyo,
ocultar los sentimientos,
tocar fondo sin saborear la caída,
desgastarse los zapatos sin mirar el camino,
olvidar el pasado - pasaporte en ocasiones caro pero siempre con destino seguro: el presente-,
dejar pasar las oportunidades,
dormirse en los laureles,
acostarse sin aprender algo nuevo,
soñar sin anclar los pies en el suelo,
faltar a mi palabra,
ponerse trampas para alcanzar los objetivos,
comprometerse (con uno mismo y con los demás) y no llevar a cabo,
cerrarse a lo nuevo o desconocido,
desconfiar de todo,
no quererse ni valorarse,
poner en duda la felicidad allá donde se manifieste,
castrar la ilusión,
negarse a soñar,
faltar el respeto,
imponerse limitaciones,
tachar del diccionario de tu vida los verbos: amar, abrazar, escuchar, avanzar, superar, sonrerir, sentir, dejarse llevar, compartir, acompañar, acariciar, crecer, esperar y disfrutar.

Si te acoges a las leyes... ¡Bienvenido! Juntos, podremos seguir redactando las leyes especiales de la RIDMV... (y sino es así, bienvenido también, tu punto de vista será igualmente importante y enriquecedor para seguir redactando mis leyes).

Y recuerda...
Donde caben doooos caben treees :)

miércoles, 17 de febrero de 2010

¡Retomando el vuelo!

Hoy celebro mi segundo cumpleaños. Aunque parezca increíble, ya ha pasado un año, y a pesar de haber transcurrido muy rápido, no ha caído en saco roto ninguno de sus 365 días ;)

Gracias por vuestras horas de paciencia en el pasillo. Gracias por cruzar España solo para estar. Gracias por el cariño y apoyo tan grande que recibí. Gracias por hacer que no perdiera el "glamour" ni en ese estado (antes muerta que sencilla, aunque el sinvergüenza se rieran de mi! jajajaja) . Gracias por el sacrificio de recorrer tantos kilómetros al día sin saber seguro si me verías (o en qué estado lo harías). Gracias por aguantar los modales de "Pumuki" (xD). Gracias por robar gasas y hielo a las simpáticas enfermeras con corte de pelo a lo "Nefertitis" (jijiji) ;) Gracias por la tortilla de patatas que me hiciste al llegar. Gracias por todas las sonrisas que me hicisteis esbozar a pesar de flaquear las fuerzas. Gracias por acompañarme hasta el final de ese pasillo (aún cierro los ojos, veo todo el techo pasar y tu cara...) Gracias, sencillamente, por estar. Muy en especial, por todo lo que nos tocó vivir, a mi familia, Kintxo, Enri y Kris. Y sobre todo, GRACIAS POR PERMANECER. Si de las situaciones adversas hay que sacar lecturas positivas, sois el texto más bonito que jamás pueda escribirse. Creo que el mejor regalo, como pasito hacia delante, es este fragmento de una larga carta que escribí a mi profesor de Coaching.

"(...) Decididamente, quiero dedicarme a esto. Porque confio en el potencial del otro. Y esto no es posible si no confias en el tuyo propio. Hoy puedo decir que encontré el mío y saqué la basura. Cuando creí que podría desarrollar una especie de síndrome de Diógenes emocional, paré en seco y tomé conciencia: Si todos los días saco la basura como parte de mi actividad doméstica... ¿por qué iba a acumularla en el ámbito emocional? Es más, ¿PARA QUÉ? Confieso que mi amigo Roger Dilts me ha apoyado mucho desde que me lo "presentaste" ;) Hoy puedo decir con "razonamiento de causa", que comprendí el Círculo de la Abundancia. Tras unos meses practicando, he recibido tanto en esas pequeñas cosas que la vida te ofrece y que no valoramos a veces... He comprendido que para recibir, primero es necesario vaciarse. ¡Como el cuento de Bucay de la ciudad de los pozos! Siii, lo he comprendido. Y no sé si será raro, pero ¿Alguna vez te has sentido tan lleno por dentro que no tenías ganas de comer? A mi, me ha ocurrido esta mañana. Creo en la bondad de las personas. Creo en la empatía y el altruismo como puente hacia los demás y no como canal para llenar tu orgullo, vanidad o ego. Porque no ofrezco para recibir. No ofrezco por reconocimiento. Si ofrezco sin esperar nada a cambio, la vida se encarga de devolverte lo que te mereces. Y con creces, si sabes valorarlo. Me ha costado muchos años creer que YO me merezco recibir todo eso. Quizá mi "manguera" (o conexión) del "dar y recibir" estaba rota. ¡Gracias a que existen profesionales "fontaneros" que te apoyan a arreglar los escapes o fugas, que impiden que el agua llegue y tome su cauce natural! Ahora me permito recibir. Me lo merezco, al igual que los demás se lo merecen recibir de mi. Ahora ante una frase que refuerce algo positivo, me permito saborearla sin cuestionarla ni juzgarla: aceptándola e integrándola. No necesito devolver cumplidos. Es maravilloso dar-TE cuando te sientes agusto contigo mismo. Pues en ello estoy. Simplemente, aprendí que lo único necesario es bajar el volumen interior y escuchar(se) con el corazón. Con autenticidad. Valorando las cosas importantes de la vida (...)"
Sin vosotros, no hubiera sido posible escribir esas lineas...ni hubiera entendido conceptos como amistad, apoyo incondicional y amor...palabras que creía entender. Me habéis hecho reinventar su significado. ¡GRACIAS!