miércoles, 25 de junio de 2008

Un texto que desprende una "sutil" prepotencia... pero a la vez tan sabia como el amor propio... Me hacen sonreir estas líneas, por ello quisiera compartirlas con todos los "ojitos" que lean este blog ;)

"Con el tiempo, mi amor por mí fue evolucionando, desarrollándose, hasta alcanzar primero la categoría embelesamiento y luego, por fin, de adoración. Cuanta más gentuza conocía, más me daba cuenta de que si había algo parecido a la perfección, desde luego no había que irse muy lejos. Mira que di vueltas, mira que busqué entre inútiles y al final la respuesta la tenía aquí mismo, dentro de este cuerpazo que dios me ha dao y que yo tan injustamente valoraba. Hoy, por fin soy la persona a la que más admiro, la mejor versión de mí mismo, lo más parecido a una deidad hecha hombre.

Y qué hombre, oiga.

Yo no entiendo cómo puedo vivir conmigo sin desmayarme. Intento evitar todos los espejos, porque eso que me devuelven, si soy yo, entiendo que por un momento se sientan cuadro. Y después de sentirse así, a ver quién es el guapo que vuelve a reflejar las cosas como si nada. Por su bien, intento pasar desapercibido, rápidamente, como sin pasar. Pero como entenderás, rara vez lo consigo"

3 comentarios:

Anónimo dijo...

..."Mira que hay que ser humilde para darse cuenta, pero una vez lo ves claro, oye, como que te rindes ante la evidencia, e incluso vives mejor. Yo lo he conseguido. Me molo. Me molo y aún no sé por qué me molesto en escribírtelo".;)

Anónimo dijo...

… Y de pronto un día te das cuenta de que has estado sólo rodead@ de espejos, de que poco a poco has ido tapiando todas las ventanas.. Ése día comienza el camino. Poco a poco irás sustituyendo los espejos de nuevo por ventanas por las que entrará el aire que tanto has necesitado, hasta que llegue un momento en el que sólo te quede un espejo. Ése no debes sustituirlo por nada, conocerte a ti mism@ y amarte por dentro y por fuera se habrá convertido también en algo maravilloso.1beso!

Anónimo dijo...

De todo, quedaron tres cosas


De todo, quedaron tres cosas:
la certeza de que estaba
siempre comenzando,
la certeza de que
había que seguir
y la certeza de que sería
interrumpido antes de terminar.


Hacer de la interrupción un camino nuevo,
hacer de la caída, un paso de danza,
del miedo, una escalera,
del sueño, un puente,
de la búsqueda...un encuentro.

Fernando Pessoa.besitos!